Esta propuesta de Cameron fue el desencadenante para un debate. Así, hicimos dos grupos, uno a favor de la nueva medida y otro en contra de ella. El profesor actuó como moderador del debate y fuimos hablando por turnos de palabra.
El grupo en contra de la medida argumentaba que tanto los obesos, alcohólicos como los drogadictos eran enfermos mentales también y tenían alterado la percepción de sí mismo y de la realidad; así, si ellos no colaboraban y no asistían al tratamiento había que aceptarlo como parte de su enfermedad y seguir ayudándolos económicamente. Por otro lado, el grupo a favor de la medida defendía que si ellos no asistían a tratamiento, no iban a poder seguir disponiendo de la ayuda económica pues la ayuda es para ayudarles pero si ellos no colaboran, ese dinero se les retira. Son enfermos y se les quiere ayudar pero hay que exigirles un mínimo. "Si trabajas, cobras. Si no vas a trabajar, no cobras". La ayuda económica puede ser también una motivación, y el saber que si no continúan en tratamiento ésta puede desaparecer, puede ayudarles a continuar.
Es un tema difícil, en el que encontrar una solución no es tan fácil como parece. El principal problema es la falta de adhesión al tratamiento por parte de estos enfermos y sería aquí dónde habría que buscar el por qué de esto e intentar poner solución. Desde luego, nosotros no fuimos capaces en clase de ponernos de acuerdo ni encontrar una buena solución.
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario